Pechugas de pollo con tomates - 61 recetas de cocina

Las pechugas de pollo con tomate se pueden preparar de diferentes formas. En forma de ensalada, guiso, cazuela, snack, al fuego, al horno, en olla de cocción lenta. La tierna textura de la carne se cocina rápidamente, lo que hace que este plato sea ideal para los que tienen prisa, los perezosos y los gourmets))

Pechugas de pollo con tomates

A pesar de su delicada estructura, las pechugas de pollo se pueden marinar o machacar antes de cocinarlas para agregar nuevos sabores a la carne. Combinan increíblemente bien con tomates (y también con piñas). Y si le añades queso, ¡qué rico!

El único inconveniente de los senos es su sequedad. Si no haces unos pases mágicos o bailas un poco en la cocina, esta sequedad permanece. Se puede eliminar de varias formas.

Primero: sofreír la carne en una sartén caliente sin aceite por ambos lados (es necesario cortarla en los trozos necesarios con antelación). Se forma una costra en su superficie, que parece sellar esos últimos jugos en su interior.

Segundo: marinar. En cualquier mezcla a elección del cocinero. Una cosa es: debe contener grasa. Sea aceite vegetal, nata, mayonesa o crema agria, no importa. Lo principal es que lo hay. Es esta marinada la que puede hacer que las pechugas magras sean más jugosas.

Tercero: salsas. Al igual que en el cuento de los adobos, es preferible que contengan algo graso. Pero esto ya es una probadita. Después de todo, a la mayoría de las personas les encantan los senos precisamente porque no contienen la misma grasa, porque son dietéticos, fáciles de digerir, etc.

Cuarto: tomates. Sí, sí, los mismos con los que el producto combina a la perfección. Son los tomates los que premian la carne seca con la jugosidad deseada. Y cuando se trata de tomates tratados térmicamente, obtenemos beneficios invaluables de ellos. El hecho es que cuando se calienta, se forma licopeno en estas frutas dulces. Y cuanto más los calientas, más pigmento se forma. 15 minutos de horneado o guisado equivalen a una vez y media el aumento. Y el licopeno es un potente antidepresivo y protector del sistema inmunológico.

De lo contrario, puedes cocinar las pechugas con tomates a tu gusto (o como está escrito en la receta); al menos sírvelas con sándwiches. Rellénalas con diferentes rellenos. Freír y hornear. Guisar y cocinar.