Tarta de frambuesa con frambuesas - 16 recetas de cocina

Un fragante pastel de frambuesa es la tarjeta de presentación de un verano caluroso en su mesa. ¿Quieres uno? Prepáralo con nosotros utilizando las mejores recetas con fotos del paso a paso de reposteros experimentados en la academia del hogar.

Tarta de frambuesa con frambuesas

Cualquiera que sea la receta de pastel de frambuesa que encuentres, cualquier baya, fresca o congelada, funcionará. Además, las bayas se pueden añadir directamente a la masa, nata, relleno o capa. También pueden servir como decoración.

Las frambuesas pueden considerarse un producto universal, ya que se combinan con muchos complementos dulces y condimentos para tartas y pasteles: chocolate, cacao, vainilla, nata. Sin embargo, como en el caso de las fresas, un pastel de mantequilla se considerará clásico. Su sabor es tan armonioso que después de probarlo una vez, volverás a probarlo una y otra vez. Sin embargo, esto es una cuestión de gustos individuales.

No menos interesante es el bizcocho de mantequilla de frambuesa con una capa de frambuesas frescas entre las capas de bizcocho untadas de crema. También es bueno un bizcocho, cuya parte superior esté completamente cubierta de frutos rojos. Para darle al pastel un sabor a frambuesa, no es necesario tomar las bayas; la gelatina con su sabor será suficiente (como último recurso). También puedes decorar una tarta con esta gelatina, vertiéndola por la superficie e igualando los lados.

¿Qué es importante tener en cuenta a la hora de hacer pastel de frambuesa?

Estas bayas son muy jugosas y delicadas. Al menor esfuerzo pierden su forma, se arrugan y sueltan abundante jugo. Esto puede arruinar la apariencia del pastel terminado. ¿Cómo evitar esto? En primer lugar, trate de no almacenar demasiado la golosina, cómela el día de su preparación. En segundo lugar, selecciona sólo frutas más o menos fuertes, aquellas que no se deshagan en tus manos. En tercer lugar, recuerde que las frambuesas pueden destruirse bajo la influencia de chorros de agua. Esto significa que, siempre que sea posible, recolectamos bayas de nuestro jardín, no las lavamos, solo las limpiamos con cuidado. También se les debe quitar la cola.

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