Mousse casera - 21 recetas de cocina

La delicada mousse casera es un desayuno ligero y agradable ideal para usted, su ser querido o un postre clásico para sus queridos invitados. Sobre todo si lo sirves en tazones, vasos o copas en porciones, exquisitamente decorados.

Mousse casera

La leche casera se diferencia de la mousse en polvo comprada en la tienda de la misma manera que, digamos, la leche comprada en la tienda se diferencia de la leche de vaca viva del mercado. Su sabor es más rico, agradable, armonioso. Y sin sabor químico para ti. Entonces, ¿cómo se puede hacer mousse en casa para que todos queden atónitos?

En primer lugar, decidamos los nombres. Traducido del francés, la palabra mousse significa espuma. Y en su patria histórica se prepara desde hace mucho tiempo y de diferentes formas, a partir de distintos productos. Puede ser: leche, nata, miel, frutas, frutos rojos, chocolate, cacao, helado, jugo, vino, puré, café, claras de huevo, gelatina, melaza, agar-agar. En la cocina moderna se suelen utilizar otros ingredientes, a veces muy inesperados: harina de maíz o de garbanzos, sémola, decocciones, etc.

Pero no importa lo que se incluya en la receta de mousse, siempre debe quedar aireado y tierno. Debe mantener su forma y no caerse al servir. Es su espectacular apariencia lo que hace que este postre sea tan popular y deseable en cualquier mesa.

Por cierto, las mousses caseras se pueden preparar no solo con bayas frescas, sino también congeladas. Antes de esto, es necesario dejar reposar las bayas para que gotee el exceso de jugo; de lo contrario, la mousse comenzará a flotar. Se prepara un postre vitamínico elaborado con ellos con la adición de gelatina o agar-agar. Las bayas se muelen hasta obtener una masa homogénea y sin semillas, a través de un colador fino, si tomamos frambuesas, moras, grosellas y fresas. Luego bate con el azúcar hasta que se disuelva por completo. Vierte la gelatina disuelta y bate hasta que el puré comience a aclararse y duplique su tamaño. En esta etapa la mousse está lista, se puede verter en vasos y enfriar en el frigorífico. Es bueno que en el proceso no se caiga, pero conserve su forma y no pierda su esplendor.

La popular mousse de chocolate se puede preparar con nata o huevos (o ambos). La ralladura de naranja también va bien.