Mermelada de fresa para el invierno. - 3 recetas de cocina
La mermelada de fresa de temporada se puede preparar de varias formas y guardar en el frigorífico o en el sótano. Tiene un aroma especial por el que es valorado, pero requiere un trato delicado.
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Mermelada de fresa para el invierno.
La mejor opción para preparar este plato es sin tratamiento térmico, cuando las bayas solo se muelen con azúcar y se guardan en frascos en el frigorífico. Las proporciones suelen ser estándar: uno a uno. No se añade ningún líquido. Para realzar el sabor, puedes agregar un poco de ácido cítrico o verter una o dos cucharadas de jugo de limón.
Las fresas de jardín y silvestres también se comportan de manera diferente en la mermelada. El primero, al ser más tierno y suelto, puede desbordarse rápidamente. El segundo, denso y pequeño, puede quedar duro cuando se cocina y no se puede masticar. Si eliges una receta en la que realmente necesitas cocinar la mermelada, es mejor hacerlo con cuidado. Primero, haga jarabe de azúcar y cocine las bayas en varias etapas con enfriamiento intermedio. Aunque este consejo sólo es adecuado cuando se trata de fresas regordetas. Es mejor no verter almíbar sobre los muy jugosos, ya tiene muchos jugos.
Otro punto importante para las bayas recolectadas en el bosque. Es necesario prestar atención a su limpieza: enjuagar con agua corriente varias veces. Si quitar las colas de las bayas o no, aquí cada ama de casa decide por sí misma. Mucha gente piensa que la mermelada queda más bonita con coletas. Además, si has recogido muchas bayas, pelarlas todas es otro desafío. Solo recuerde que los sépalos no afectan particularmente el sabor (después de la cocción), sino más bien la apariencia estética.
Definitivamente necesitas clasificar las fresas, separando las bayas de diferentes tamaños. La velocidad de cocción para ellos será diferente y la mermelada resultante no quedará armoniosa y homogénea. Y los muy pequeños pueden arruinar completamente el plato, volviéndose duros y gomosos.