Salsa de arándanos - 4 recetas de cocina

La salsa de arándanos se sirve con carnes y aves. Combina perfectamente con estos productos. Y es más fácil que nunca prepararlo en casa. Sólo requiere un ingrediente principal: los arándanos. Todas las especias y condimentos se adaptan exclusivamente al gusto individual.

Salsa de arándanos

Puede agregar especias, acidez o dulzura a la salsa de arándanos utilizando productos simples y asequibles: azúcar, miel, pimiento. La baya en sí es ácida, por lo que en este sentido todo es sencillo: para la salsa agria solo necesitas agua, sal y especias al gusto.

Para que el plato contenga las sustancias más beneficiosas para el organismo, es mejor preparar la salsa y servirla inmediatamente. Y no lo trates con calor. En casos extremos, conservar en el frigorífico no más de unos días. Si necesita prepararse para el invierno, debe pensar en qué es preferible. El mejor almacenamiento es en el frigorífico. Si se va al sótano, es preferible cocinar.

La salsa es ideal para preparaciones diseñadas principalmente para platos de aves. Es necesario mezclar los arándanos con azúcar y hervir en una cacerola con fondo grueso hasta que revienten las bayas. Agrega la ralladura de limón y naranja. A continuación: canela, clavo, nuez moscada. Cocine todo durante unos cinco minutos. Vierta el jugo de limón y naranja (recién exprimido), cocine por unos tres minutos. Retirar del fuego y verter en botellas/frascos para su posterior almacenamiento.

En general, dependiendo de las preferencias de sabor y del plato con el que se sirve la salsa de arándanos, sus recetas pueden ser tan diferentes como especias y condimentos diferentes existen en el mundo. Los arándanos se pueden mezclar con otras bayas: grosellas negras, arándanos rojos. Puedes agregarle verduras: cebolla, ajo, apio, pimiento morrón. Deje las bayas parcialmente enteras o haga puré (durante la cocción, la cáscara se destruye). Puedes dejarlo espeso o diluirlo más diluido.

Vale la pena mencionar que la salsa de arándanos es buena no solo como condimento para platos. Ayudará a reforzar el sistema inmunológico durante la temporada de invierno. Después de todo, el arándano es uno de los antioxidantes más potentes.