Desde pequeño recuerdo cómo mi abuela cocinaba en la cocina: el aroma del pan recién horneado y la cebolla frita se fusionaba en un mágico cóctel de recuerdos. La familia siempre se reunía alrededor de la mesa, y fue allí donde me di cuenta de que la comida no es sólo comida, sino un medio de unificación. Cada nueva receta se convirtió en una ventana a un mundo en el que encontré inspiración en diferentes cocinas, desde el picante curry indio hasta las delicadas pastas italianas. Mi objetivo es demostrar que la cocina es accesible para todos. La sencillez y el placer de cocinar pueden formar parte de la vida de todos.
Me gradué de la facultad de Artes culinarias y repostería en The International Culinary Center.